12 agosto 2013

Sweet tribute to Breaking Bad {de caramelo}

Érase una vez un tipo gris, un tipo gris con unos ridículos zapatos. Unos zapatos que no se ha quitado en toda su anodina vida de sociedad provinciana de la América profunda, ni tampoco en su vida de capo del crimen organizado transfronterizo.
Un tipo gris al que un día la vida le dio un pretexto para cambiar de color. Y su vida se volvió azul. Azul intenso. Azul metanfetamina pura.
Breaking Bad es esa serie en la que Vince Gilligan ideó el guión de la década: un padre de familia con una  mala suerte antológica, con un hijo adolescente discapacitado, una mujer embarazada de un bebé no buscado, que limpia coches después del trabajo para poder llegar a fin de mes, descubre un aciago día que padece un cáncer terminal. Ese loser  de manual (como lo llamarían los estadounidenses), ese pobre diablo, será el ser más desesperado de la tierra por proveer para su familia cuando él falte. Pero es un inútil. Un inútil total que sólo sabe de una cosa: química. Y de pronto se da cuenta de que puede dedicarse a su pasión de químico y salvar a su familia de la ruina al mismo tiempo. Tendrá que dejar de ser la persona que ha sido hasta entonces, tendrá que cambiar hasta su nombre. Sólo hay 2 pequeños inconvenientes: uno, tendrá que convertirse en un delincuente, y dos, se está muriendo a chorros.

 Ayer e estrenó en Estados Unidos, en la AMC, la última temporada de Breaking Bad, una serie de personajes ENORMES y de un guión MAGISTRAL que no ha decaído ni un sólo episodio. Walter White, Jesse Pinkman (bitch!), Saul Goodman, y Gustavo Fring, por citar sólo algunos, pasarán sin duda a la historia de la televisión y fragmentos de diálogo como el que os dejo abajo serán memorizados por generaciones. "A Dios pongo por testigo" o "Luke, yo soy tu padre"  ven peligrar su reinado de décadas entre las frases célebres del cine y la televisión.

En mi particular homenaje a esta serie que tan buenos ratos me ha hecho pasar he querido recrear las "cochuras" de blue meth que Walter y Jesse han cocinado mano a mano. Lo que más me gustaba siempre era el momento en el que trituraban esas planchas azules de droga cristalizada. A mazazo limpio.
Si queréis procuraros una Full Breaking Bad Experience, hay muchísimas recetas en internet que nos enseñan a hacer planchas de caramelo azul que convertir en blue meth dulce y casero. Yo he escogido el método rápido y a mí como lo que más me gustaba era la parte del mazo, he comprado caramelos azules y los he golpeado con la maza del mortero. Ningún yonki de Nuevo México notaría la diferencia a simple vista.
Pues eso, os dejo, que en unas horas voy a comerme mis caramelitos de blue meth viendo el primer episodio de la última temporada (snif).

Va por usted  Mr. White Heisenberg, THE ONE WHO KNOCKS


Los zapatos del bueno, y del malo

Heisenberg en estado puro

Con esta entrada inauguro la etiqueta "la televisión es nutritiva" (os acordáis de Aviador Dro?) Mi padre nos lo cantaba a grito pelao cuando éramos pequeños. Qué grandes letras dieron los 80...


Image and video hosting by TinyPic

4 comentarios:

  1. Me estoy empezando a acongojar con este tu blog Mansilla... :O

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por eso tienes esa pose de desesperación en tu avatar?

      Eliminar
  2. No conocía la serie pero voy a ver si la pillo por ahí para verla :)
    Las fotos de tu post se ven espectaculares! Sobre todo la primera
    besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De verdad! No dejes de verla. No te arrepentirás!
      Besitos!

      Eliminar

Dime qué te ha parecido o pregúntame lo que quieras

Post nuevo Post antiguo Home
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Blogging tips